jueves, 3 de diciembre de 2020

Creatividad y alquimia interior (por María Asunción Beltrán)


Creatividad viene del griego poiesis –dar vida a algo nuevo–, y supone espontaneidad, imprevisibilidad, novedad y libertad. No surge del nivel consiente sino que irrumpe de la zona oscura del inconsciente, que la conciencia capta y armoniza. Contra lo que se pensó durante mucho tiempo, la creatividad no pertenece a unos pocos sino que es de dominio humano. El instinto creador, tal y como lo conceptualiza Jung, es un poder interior que forma parte de cada ser y le permite actualizar su potencial, y a la humanidad evolucionar. 

Si bien algunos conservan desde que nacen este poder a flor de piel, la creatividad es una cualidad desarrollable. Para ello es necesario favorecer variables como la fluidez, la flexibilidad, la originalidad, cada una de las cuales se ejercita, lo que principalmente implica liberar bloqueos culturales, corporales y mentales ligados a pautas rígidas, a trabas y a prejuicios. En este proceso, se debe apelar a recursos que propicien la apertura del imaginario. 

La creatividad como proceso alquímico nos permite, a través de una práctica concreta y con la ejercitación adecuada, soltar las tensiones de la mente egoica y dejar que fluyan las imágenes inconscientes, las ideas y fantasías del imaginario, que pueden ser captadas por formas plásticas, literarias, teatrales o corporales, y traídas al marco consciente. Tanto en el proceso creador como en la alquimia, la transformación se da en fases continuas y superadoras que llevan al sujeto a una mirada cada vez más amplia de su mundo interno y por lo tanto a una ampliación de su consciencia. Estas fases parten del caos para llegar a la iluminación y a la transformación. 

Para promover el auto-descubrimiento y el desarrollo personal a partir del imaginario, la individuación es un aspecto clave, en tanto movimiento hacia la totalidad psíquica integrada y armónica de los opuestos: consciente-inconsciente, persona-sombra, pensamiento-sentimiento, sensación-intuición, instinto-espíritu, personal-colectivo, masculino-femenino, yo-ser. A medida que acercamos el inconsciente a la consciencia con una metodología adecuada, apelando a la imagen como disparador y a los recursos expresivos –corporales, lúdicos, plásticos teatrales, literarios– como canalizadores, la visión de nosotros mismos es cada vez más completa a medida que el ego da paso al Sí Mismo.

Psicóloga - Analista junguiana especializada en sueños y creatividad

domingo, 1 de noviembre de 2020

Itinerarios de Transición

A medida que navegamos conscientemente por estos nuevos tiempos, lo hacemos sabiendo que nuestra misión de cuidar el alma en y del mundo tiene hoy, como pocas veces en la historia, dimensiones críticas. Se nos torna evidente la necesidad de un nuevo paradigma para nuestro mundo emergente que entreteja la tecnología humanizada junto con el sentido de comunidad capaz de constituirse como fuerza colectiva. Superar el aislamiento para relacionarnos mediante el intercambio de historias, experiencias y sabidurías es, en esta época, más imperioso que nunca. Remite a aquello que Martin Luther King denominó “la feroz urgencia del ahora”. Seguramente no podamos tener todas las respuestas que quisiéramos sobre lo que vendrá, pero precisamente quizás, por eso mismo, la gran oportunidad consista en animarnos a superar el desánimo y reimaginar el futuro juntos

Juan Manuel Otero Barrigón 

📷 Fotografía: Belén Lopez Denazis. Postal de la génesis de la muestra pictórica "Papiros en la arena", de Diego Oscar Ramos - Arte Visual (Quequén, Buenos Aires, 2019)

sábado, 10 de octubre de 2020

Resonancias imbricadas

          

Como señaló el psicólogo Rollo May, a veces nuestras vidas solo avanzan después de tomar una decisión importante, incluso si no estamos seguros hacia donde nos llevará. Si es una buena decisión, movilizará las fuerzas y los recursos que necesitamos para sostenernos. Algo profundo en la Psique sabe dónde debe aterrizar para que nuestras vidas puedan experimentar una transmutación: una palabra alquímica para referirse a aquel proceso de profunda reorganización personal. El trabajo autónomo sincero sostenido por el estudio y el acompañamiento de mentores mejora la forma en que respondemos a la situación colectiva y a lo que Jung llamó "el espíritu de la época". Hacer esto requiere la voluntad de trabajar en nosotros mismos, incluyendo cómo lo que experimentamos como personal resuena con lo que sucede en el mundo, y viceversa.


🎨 Pintura: "Devociones espontáneas", Diego Oscar Ramos - Arte Visual, 2019.

martes, 25 de agosto de 2020

Alejandro "Aon" Nepote: verdad, educación y consciencia

La tierra es un mosaico de dioses y creencias, de clérigos y profetas, de libros y textos sacros que hablan de impiedad, fe y pecado, son sólo los pretextos que los hombres invocan para luchar como fieras.” - Omar Khayyam-

Por lo tanto, lo que hay que dejar de hacer es luchar como fieras y, dejar de encabritarse con aquello que cada persona cree y en lo que pone su sentimiento. La crítica maliciosa para desprestigiar a quienes piensan diferente, todavía sigue siendo un síntoma de mentalidades vetustas.
Es un error considerar que el problema está en las creencias, puesto que el mayor inconveniente sigue siendo lo que se hace con ellas.
Mientras la persona se centralice en el objeto de su fe sin perjudicar a nadie, sin transgredir el espacio del prójimo, respetando a sus congéneres, y si lo que hace, lo hace con devoción y responsabilidad amorosa, está en todo su derecho de hacer lo que quiera, y no tengo duda que Dios estará con esa persona y en eso que hace de esa manera.

Es algo aberrante juzgar y condenar a una persona por pensar y sentir distinto. Eso pertenece a una etapa sombría de la humanidad que aun reverbera reminiscencias en los tiempos presentes. Por eso, las personas que sienten que están en el camino, requieren suma atención para detectar y depurar esta reacción vegetativa que aflora del subconsciente de la mentalidad más primitiva.

Toda persona, sin excepción, tiene su propia verdad relativa dentro de los márgenes de la ignorancia, siendo uno de los márgenes el que está marcado por el apego inconsciente a los espejismos de la ilusoriedad, mientras que, el otro margen, está determinado por la conciencia de la relatividad intrínseca e inexorable que facilita el desapego. Entre medio de estos dos extremos de verdades relativas, se expresa una gama de matices que van desde la fe ciega puesta en realidades hipotéticas, hasta la certeza y convicción sobre realidades empíricas, siempre dentro del contexto de lo relativo.

Todos los seres humanos estamos sujetos al extenso parámetro de la ignorancia. El genio de Sócrates no se equivocó en su percepción de no saber nada.
No obstante, dentro de este parámetro de verdades relativas, es necesario desarrollar una educación desde lo estatal y a nivel mundial con vista a sembrar las semillas de la nueva humanidad en cada seno familiar, que haga hincapié en la solidaridad, la cooperación y el servicio al prójimo.
Hay materias de estudio que en la educación regular todavía no tienen cátedra. Me refiero a cursos basados en la sabiduría ancestral que los pueblos originarios transmitieron por generaciones desde la propia infancia.
Para ir gestando la nueva humanidad habría que pensar en una educación que incluya, por ejemplo, ética humanista y relación ecológica con el entorno, cocina y alimentación saludable, desarrollo bioenergético y expansión de la conciencia, entre muchas otras materias fundamentales para la vida. Habría que mejorar la enseñanza primaria y preparar a los niños para una visión de economía participativa y ganancias compartidas, consumo inteligente para el desarrollo sustentable, amor a la naturaleza y a los animales, y espiritualidad universal basada en el sincretismo. Indispensable para cambiar la mentalidad que rige en la actualidad, la cual está llevando a la humanidad hacia las fauces del abismo.

La educación no es un mero asunto de adiestrar la mente. La instrucción contribuye a la eficiencia, pero no produce integración. Una mente educada de esta manera es la continuación del pasado, y no está en condiciones de descubrir lo nuevo. Es por eso que para averiguar en qué consiste la verdadera educación, tenemos que examinar la total significación de la vida.” -Krishnamurti-

Sí, así es, todas las personas tenemos nuestra propia verdad relativa. Y hay que considerar que, las palabras “verdad” y “relativa”, conforman una combinación armónica preciosa entre dos conceptos que aportan grandes beneficios a la claridad mental y a la conciencia, sobre todo a la persona misma, ya que, el hecho de asumirlas, la vuelve más humilde.
Reconocer y aceptar que todo pensamiento es: “relativo”, impulsa a buscar otro pensamiento distinto para dar con una idea diferente, tal vez mejor. Por esta razón es tan beneficiosa la asimilación de que todo pensamiento es relativo.
Por otro lado, reconocer y aceptar que todo pensamiento es: “verdad”, implica un grado enorme de responsabilidad, en cuanto a tres aspectos a tener en cuenta: no olvidar que se trata de una verdad relativa; no confundirse y creer que se trata de una verdad absoluta; y, no enorgullecerse o ufanarse por las articulaciones precisas que se han concebido para expresar tales verdades.
Este tercer aspecto es fundamental, porque, ningún pensamiento elevado proviene del ego. La mentalidad de toda personalidad no es dueña de ninguna idea brillante, ya que los pensamientos profundos no los genera la propia mente. Estos son regalos de Tao, y a él hay que agradecer la inspiración.

No digas, «he encontrado la verdad», sino, antes bien, «he encontrado una verdad».” -Khalil Gibran-

querido maestro y caminante taoísta, instructor de Tai Chi, Chi Kung, y Neidan, entre otras disciplinas y artes de Oriente. Desde 1979 coordina un proyecto destinado al cultivo del Ser, que nació con el "Programa Integral del Centro del Tao", y se extiende hasta la fecha, con la "Delineación del Tercer Estado". El presente escrito es un fragmento de su curso "Vivir la Existencia".


sábado, 1 de agosto de 2020

Naturaleza, hombre y mujer


Pintura


Naturaleza, hombre y mujer


"Algun día, cuando hayamos dominado los vientos y las mareas, y las olas y la gravedad, amarraremos en Dios las energías del amor; y luego, por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el fuego". Pierre Teilhard de Chardin
Principio del formulario
Final del formulario

Por Juan Manuel Otero Barrigón


El siguiente trabajo iba a ser presentado originalmente en la Jornada "Sobre el amor", el pasado mes de Junio, en la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador (Buenos Aires, Argentina). La Jornada fue postergada a causa de la actual Pandemia por Covid 19.

El título de este trabajo toma prestado el nombre de un bello libro que escribiera el filósofo británico Alan Watts. Junto a él, y a ciertas premisas del sabio de Zurich (en referencia, si es que alguna duda cabe, al gran psiquiatra suizo C.G.Jung), vamos a intentar decir algo sobre el amor, si es que algo nuevo puede decirse acerca de uno de los temas que más páginas ha ocupado en la larga historia de la literatura, y por supuesto también, en la del ser humano.

Watts y Jung pensaron el amor con la sencillez y la profundidad propia de los antiguos sabios taoístas, por lo que también ellos, viejos compañeros del Camino, van a hilar junto con nosotros estas breves reflexiones.

La psicología profunda nos recuerda que la visión del mundo en Occidente hasta las vísperas de la Revolución científica del siglo XVI fue la de un mundo encantado. Un mundo donde las rocas, los ríos, los árboles y los vientos eran contemplados como algo maravilloso y lleno de vida. Un mundo donde los seres humanos estaban plenamente integrados a ese ambiente. El cosmos era un lugar de pertenencia, de correspondencia. Y un miembro de ese cosmos participaba directamente de su drama, no era un mero espectador alienado del mismo. Su destino personal, estaba conectado íntimamente con el destino de todo lo que lo rodeaba, y es en esa profunda interrelación, donde el ser humano encontraba sentido a su vida.

A partir de esta consciencia participativa original, se fue dando un progresivo desencantamiento del mundo, en un proceso en el que comenzó a primar una distinción rígida entre lo propio y lo ajeno,  el observador y lo observado: todo pasó a ser un objeto separado, distinto, aparte de mí.

La consciencia participativa original cedió lugar al ethos de la administración y la técnica, que modeló la civilización occidental a fuerza de explotar brutal e ilimitadamente los recursos naturales; la naturaleza fue así convertida en algo totalmente separado de nosotros, apenas una fuente de recursos de los que aprovecharse al máximo posible.

Según Watts, hay una correlación simbólica entre la actitud del ser humano hacia la naturaleza a partir del siglo XVI y su actitud hacia el sexo opuesto. La relación entre hombres y mujeres se hace problemática siempre que impera un sentimiento de separación entre naturaleza y ser humano. Y es que cuando el mundo natural es considerado una realidad inferior sobre la cual es posible ejercer poder, el amor, y especialmente su expresión sexual, aparecen como malos y degradantes. Territorios donde el cuidado, la sensualidad y la sensibilidad ceden su lugar a la dominancia, el control y a nuestro miedo a sentir.

Recordemos que en su modelo de la Psique, Jung consideraba la existencia de un estrato más profundo que el inconsciente personal, al que se refirió como inconsciente objetivo o colectivo. Los componentes de ese estrato, denominados por él arquetipos, son imágenes primordiales, los ladrillos básicos con los que está compuesto el psiquismo, y que nos predisponen a experimentar el mundo de determinadas formas universalmente humanas.

Jung postuló la existencia de varias de estas unidades básicas de la Psique, entre las cuales destacó el Ánima y el Ánimus.

Por lo general, los seres humanos rechazamos aquellas cualidades que consideramos incompatibles con nuestra identidad como hombres y mujeres. Estas cualidades, tradicionalmente expresadas como la emoción en los hombres y el poder en las mujeres, nos hablarían, según el sabio de Zurich, de la necesidad de relacionarnos con nuestro mundo interior de una manera mucho más completa, sana y armónica, integrando psíquicamente a nuestra “otra mitad”. Esto significa, que para relacionarme de manera más fresca y genuina con mi sexo opuesto, debería, primero, poder reconocer a “ese” opuesto dentro de mí mismo. En ese sentido, podemos ver, Jung reconoció la importancia para cada sexo de desarrollar cierta androginia psicológica.

El Ánima es entonces el arquetipo correspondiente al aspecto femenino interno del hombre, mientras que el Animus se identifica con el aspecto masculino interno de la mujer.

Jung nos sugirió que identificada inicialmente con la madre personal, el Ánima se vivencia posteriormente no sólo en otras mujeres con las que el hombre se relaciona, sino como una influencia penetrante en su vida subjetiva, de profundísimas raíces en el inconsciente profundo.

En “Arquetipos e Inconsciente colectivo”, refirió textualmente que: “(El Ánima) es siempre el elemento a priori en los estados de ánimo, reacciones, impulsos, y en cualquier otra cosa espontánea en la vida de un hombre”.

Complementaria a la personalidad externa atada a los imperativos sociales, se sitúa en una relación compensatoria con ella, de manera tal que todas aquellas cualidades ausentes en la actitud exterior, serán encontradas, más o menos contenidas, en el interior.

Jung planteó aquí algo de acuciante importancia y actualidad, sobre todo para pensar estos tiempos, en los cuales muchos hombres nos sentimos convocados a replantearnos los mandatos históricamente establecidos en torno a la masculinidad tradicional, a la forma en la que esta se transmite y se constituye, y en definitiva,  al significado profundo del “Ser Hombre”.

De la misma manera, Jung sugirió que la mujer es compensada interiormente por un elemento masculino, y por lo tanto, su inconsciente lleva el sello de la masculinidad. Así como el Ánima corresponde al Eros materno, el Animus se identifica con el Logos paterno. No hay aquí superioridad de un principio sobre el otro, sino el reconocimiento de una diferencia básica a incorporar.

La existencia de estos principios contrasexuales significa que en cualquier relación entre un hombre y una mujer encontramos, al menos, cuatro personalidades involucradas: el ego de la mujer, el ego del hombre, el Animus, y el Ánima.

Mientras la tarea del hombre consiste en asimilar su Ánima, para lo cual tiene que descubrir sus verdaderos sentimientos, la mujer se reconoce con su Animus cuestionando constantemente sus ideas y opiniones.

Convengamos en aclarar que nada de esto resulta posible si suprimimos las diferencias psicológicas fundamentales que estructuran la vida subjetiva tanto de hombres como de mujeres.

Reconocer las diferencias no quiere decir, sin embargo, establecer separaciones tajantes, ya que resulta claro de que manera, para Jung, hombres y mujeres están íntimamente imbricados en las capas más profundas de su psicología, lo que nos remite a aquel célebre símbolo oriental del taijitu, propio de la cosmovisión de los chinos taoístas.

Recordemos que para la psicología analítica, “toda expresión psicológica es un símbolo si asumimos que establece o significa algo más que ella misma, lo cual escapa a nuestro conocimiento actual”. Es decir que, en tanto mejor expresión posible de algo que en esencia nos resulta desconocido, los símbolos catalizan y proporcionan la energía psíquica que nos permite tanto emprender tareas significativas como abrazar la vida con mayor plenitud.

En estos términos, todo símbolo podría ser considerado una ofrenda amorosa nacida de las entrañas mismas de la Psique, en su camino hacia la integración.

El taijitu es un símbolo que representa los conceptos de la filosofía china del yin y el yang, y del taiji, como principio generador de todas las cosas.

Los opuestos complementarios se parecen a dos peces nadando en el agua. Se refleja en ellos un equilibrio total. Allí donde el Yang es menor, el Yin es mayor; donde el Yin disminuye, el Yang crece. En el centro de ambos polos hay un círculo pequeño: una semilla Yin en el interior del ámbito Yang, y el origen de Yang en el extremo Yin.

Yin y Yang suponen, por esta vía, una circularidad infinita, reflejando la totalidad vivencial que representa el Tao. 

La antigua sabiduría del taoísmo chino enseña un tipo de percepción no fragmentada, donde la naturaleza es captada como un todo orgánico que nos incluye, diluyendo los límites entre lo natural y lo espiritual. Desde antaño, los taoístas destacaron la interdependencia de estos opuestos,  cuyo equilibrio en la vida interior es condición sine qua non para alcanzar la armonía en relación a todo lo que nos rodea.

Armonía, del griego Harmonía, cuyo significado etimológico nos remite a la “juntura” o “clavija” que supone juntar una cosa con otra en un orden placentero. Dando cuenta esto, que allí donde hay armonía, también encontramos lazos de amor.

Sólo cuando hombres y mujeres son capaces de reconocer sus contrapuestos internos y hacerlos partícipes conscientes del fluir de su experiencia vital, pueden emerger la calidez curativa y la amabilidad auténtica que son elevadas expresiones del sentimiento amoroso genuino.

Para ello, y así como el saber popular nos sugiere, “la caridad empieza por casa”, por lo que resulta esencialísima la exploración interior que permita iluminar aspectos sumergidos a nuestra orientación consciente, y así cultivar las cualidades reprimidas que hombres y mujeres necesitamos para desarrollar vínculos intra e intersubjetivos más íntegros.

Esto supone, claro está, animarse a poner en entredicho aquellas premisas filosóficas y mandatos culturales que a lo largo de los siglos nos fueron separando de ese yo que trasciende las fronteras de lo meramente psicológico y se enraiza en los terrenos de la ontología.

En el caso de los hombres, es la posibilidad de admitir que muchos de nuestros condicionamientos, que solemos atribuir a los imperativos laborales y sociales o al mero paso del tiempo y de la costumbre, responden más bien a nuestra sensación de pérdida de identidad como varones.

Asumir nuestra propia conexión creativa con los ritmos y los ciclos de la naturaleza, para descubrir que “el más fuerte” no es el que más poder o recursos materiales concentra, sino quien es capaz de cultivar el corazón y la mirada para abrirse a aquello que de verdad nos nutre de energía y vitalidad.
Todo lo cual requiere asumir la interrelación que existe entre los seres, y dejar de sentirnos amenazados por los misterios de la vida, para pasar a abrazarlos, y con ello, comenzar a habitar el mundo de una manera nueva.

Algo de esto nos dijo Lao Tsé, quien en la tablilla VI del Tao Te King escribió:

“El alma del valle nunca muere:
es la madre misteriosa.
La puerta de la misteriosa madre,
raíz de Cielo y Tierra,
continua e inmutable es:
su obra nunca la agota”.

El valle y el espíritu son los dos elementos que cincelan nuestro plano: el yin y el yang, femenino y masculino, que como opuestos complementarios dan forma a la madre misteriosa: nuestra naturaleza, todo aquello que nos contiene, tanto por fuera, como por dentro. Cuando Lao Tsé nos habla de la puerta de la madre misteriosa, nos sugiere que hay que entrar en el yin (oscuridad) para alcanzar el yang (luz). Algo que también nos remite a las ideas de Jung, para quien “no se alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz, sino haciendo consciente la propia oscuridad”.  

Hacer consciente la propia oscuridad no significa solamente reconocer nuestras zonas erróneas y nuestros rasgos censurables, sino también alumbrar aquellos aspectos de nosotros mismos capaces de sintonizar con nuestro potencial creativo, y con ese mar de posibilidades inexploradas que duermen en nuestro mundo interior. En definitiva, supone un acto esencial de autocuidado que es, al mismo tiempo, un acto de amor.

Además, y por esta vía, al contemplar la naturaleza, (lo que en esencia implica contemplar-nos-), podríamos descubrir en ella a una sabia maestra. Sabiduría distorsionada por aquel sesgo que nos impide ver en la naturaleza algo más que un medio para alcanzar nuestros fines personales. ¿Acaso tan distinto esto a cómo los seres humanos nos concebimos a nosotros mismos dentro del paradigma tecnocrático vigente, que según Byung Chul Han, se mueve bajo el signo productivo y agobiante de la pura positividad?  

Quizás la senda pase por aprender a relacionarnos con la naturaleza con más sensibilidad y sentimiento, dejando de aprovecharnos vilmente de su gratuidad, de la misma forma en que tanta veces nos aprovechamos del prójimo, dentro de esta pura ley de correspondencia que venimos trazando.

Prójimo que nos remite por entero a otro ámbito  de expresión amorosa actualmente en crisis, como lo es el ámbito comunitario.  Esfera donde la debilidad de los lazos de unión y comprensión entre las personas, invitan a repensar el lugar que el amor ocupa en las sociedades en construcción en este siglo xxi, si es que ocupa algún lugar. Preocupación que ya estaba presente en Jung, quien supo advertir, citándolo textualmente, que: “La cuestión de las relaciones humanas y de la cohesión interna de nuestra sociedad es un asunto urgente en vista de la atomización de las masas humanas meramente apiñadas, cuyas relaciones personales se ven minadas por la desconfianza universal. Donde tienen lugar la inseguridad jurídica, la vigilancia policial y el terror, las personas caen en el aislamiento, lo cual constituye la finalidad y el propósito del Estado dictatorial, pues éste se basa en la mayor acumulación posible de unidades sociales impotentes. Frente a este peligro la sociedad libre necesita un medio de cohesión de carácter afectivo, es decir, un principio como el que representa la caritas, el amor cristiano al prójimo. Pero precisamente el amor al congénere es el que más sufre como consecuencia de la falta de entendimiento provocada por las proyecciones. Es, pues, de máximo interés para la sociedad libre interesarse, desde la comprensión psicológica, por la cuestión de la relación humana, pues en ella reside su verdadera cohesión y también, por lo tanto, su fuerza. Donde acaba el amor comienzan el poder, la violación y el terror”.

Cultivar la consciencia participativa que planteamos al inicio, y de la cual las obras de Jung y de Watts son dos vivos ejemplos, significaría retornar al Camino que como humanidad comenzamos a recorrer, cuando el lugar omnipresente que actualmente ocupa la Técnica, lo ocupaba anteriormente la dimensión plena del Sentido. Camino y Sentido que nos arrojan dos de las posibles traducciones del mismo principio esencial que los chinos llamaron Tao, y que para Jung se imbricaba con el corazón mismo del arquetipo del Sí Mismo y del proceso de individuación.

Camino y Sentido que nos devuelven la posibilidad de reunirnos, de religarnos…

De poder-ser más integrados:

primero, con la naturaleza, de la cual formamos parte y somos expresión emergente.

segundo, con nuestro prójimo, que nos inscribe subjetivamente, nos espeja y, siendo “otro”, también se nos escapa.

tercero, con la comunidad,  que nos contiene y al mismo tiempo nos confronta con todo tipo de verdades: emocionales, políticas, económicas, sociales, espirituales, mentales.

Y, finalmente, o para empezar, con nosotros mismos y nuestra propia psyché (Alma), en la masculinidad y femineidad profundas que nos constituyen, dentro de un universo donde, como dijera un querido amigo*, todo es íntimo, todo es animado, todo es compartido, y por ende también, todo es universal.

* La referencia es a Diego O. Ramos, el autor de la pintura que acompaña este texto

Bibliografía:

Chul Han, Byung. La sociedad de la transparencia. Editorial Herder, Barcelona, 2013.

Jung, Carl Gustav. Arquetipos e Inconsciente Colectivo. Paidós, Barcelona, 2009.

Jung, Carl Gustav. Sobre el amor. Editorial Trotta, Barcelona, 2018.

Watts, Alan. Naturaleza, hombre y mujer. Editorial Kairós, Barcelona, 1989.

domingo, 26 de julio de 2020

The Kwoon: un grupo recomendado (a Facebook KFTLC highly recommended group)


Para seguidores de la serie Kung Fu: La Leyenda Continúa, recomendamos con fuerza este grupo en la red social Facebook: The Kwoon (Kung Fu: The Legend Continues).


Heredero del sitio web con el mismo nombre: The Kwoon es un lindo espacio virtual, con fotografías de los episodios, detalles sobre el elenco y el equipo, videos, curiosidades, enlaces a algunos fanfic, y otras sorpresas. Está coordinado por Monica Stybz, quien tuvo la oportunidad de participar en varios Fu Fest y compartir junto a David CarradineChris PotterBelinda MetzKim Chan,  y otros miembros del elenco de la serie televisiva. Los Fu Fests fueron convenciones de fans que se celebraron durante varios años a mediados y fines de los 90. Eran encuentros con los actores, que se realizaban en Toronto.

Las enseñanzas de la serie Kung Fu sostienen que la vida es un don sagrado y que la energía espiritual existe en todos los niveles de la consciencia.

The Kwoon es un excelente punto de encuentro tanto para los cultores recientes de la saga, como para los nostálgicos que crecieron nutriéndose con los poderosos símbolos e historias de la familia Caine y sus amigos.

☯️☯️☯️


The universe of Kung Fu: The Legend Continues has a group on the social network Facebook which we strongly recommend in this blog: The Kwoon (Kung Fu: The Legend Continues).

Inheritor of the website with the same name: The Kwoon is a nice virtual space complete with photos of the episodes, details about the cast and crew, videos, set reports, and other surprises. It is coordinated by Monica Stybz, who participated in various Fu Fest and had the chance to share with David CarradineChris PotterBelinda MetzKim Chan, and other cast members. Fu Fests were fan conventions that ran for several years in the late '90s. They were celebrated in Toronto.



The Kung Fu tv series teachings hold that life is a sacred gift and that spiritual energy exists at all levels of consciousness.

The Kwoon is an excellent meeting point for both recent followers of the saga and also for the nostalgic ones who grew up feeding on the powerful symbols and stories of the Caine family and friends.

Do not miss it. 

domingo, 5 de julio de 2020

Libros sugeridos (1)

Bibliografía general del primer encuentro del Laboratorio de Estudios y Exploraciones "Hacia el corazón del Tao" (15/2/2020), a reiniciarse en nuestro espacio de Capital Federal (Buenos Aires) cuando cese el período de aislamiento establecido por causa de la actual Pandemia. Iremos agregando otros  textos después; seguramente, navegando, la mayoría de ellos se puede encontrar en pdf, u otros formatos:

  • Tao Te King (Lao Tsé). Traducciones de Richard Wilhelm (Editorial Sirio) y Leonor Calvera (Editorial Leviatán).
  • Lao Tse, el adversario de Confucio. Autor: Herrymon Maurer (Editorial Juventud Argentina)
  • Early Chinese Mysticism : Philosophy and Soteriology in the taoist tradition. Autora: Livia Kohn (Princeton University Press)
  • Lie Tsé. Una guía taoísta sobre el arte de vivir. Versión de Eva Wong (Editorial Edaf)
  • Las dinastías chinas. Autor: Samuel Wolpin (Editorial Kier).
  • Yin y Yang. La armonía taoísta de los opuestos. Autora: J.C. Cooper (Editorial Tabla de Esmeralda)

domingo, 14 de junio de 2020

El arte del anonimato


"¿No es posible, acaso, vivir sin ambición en este mundo, siendo uno simplemente lo que es? Si usted comienza a comprender lo que es y no trata de cambiarlo, entonces lo que usted es experimenta una transformación. Pienso que uno puede vivir en este mundo anónimamente, por completo desconocido, sin ser famoso, ambicioso, cruel. Uno puede vivir dichosamente cuando no da importancia alguna al «yo»; y esto también forma parte de la correcta educación.

Todo el mundo está adorando el éxito. Uno escucha el relato de cómo el muchacho pobre estudiaba de noche y final mente llegó a ser juez, o cómo empezó vendiendo periódicos y terminó siendo multimillonario. Lo alimentan a uno con la glorificación del éxito. Con el logro del gran éxito hay también un gran dolor; pero la mayoría de nosotros está atrapada en el deseo de lograr cosas, de alcanzar el éxito, y el éxito es para nosotros mucho más importante que la comprensión y disolución del dolor".

Jiddu Krishnamurti, "El libro de la Vida", Editorial EDAF, Madrid, 1996, p. 113.

sábado, 30 de mayo de 2020

Otras 5 frases de la serie Kung Fu (Ed Spielman, 1972-1975)


"El que tiene los ojos abiertos, tiene la mente abierta. El que tiene la mente abierta tiene el corazón abierto. El que tiene el corazón abierto es bondadoso. El que es bondadoso es piadoso. El que es piadoso es servicial. El que es servicial es infinito. El que es infinito es inmune. El que es inmune es inmortal" (Kwai Chang Caine, ep. 2).

"La lluvia cae, el arroyo fluye, la montaña queda. Cada uno actúa de acuerdo con su naturaleza" (Maestro Po, ep. 11).

"¿No son lo femenino y lo masculino carbón y fuego? ¿Si el carbón no busca el fuego, puede alguno cumplir su destino?" (Maestro Po, ep. 26).

"¿No dicen los Ancianos que la jerarquía y la gratificación no tienen interés para el hombre que es uno consigo mismo?" (Maestro Kan, ep. 31).

"La desconfianza es el escudo del débil. Afirma la maldad en el hombre, al negar la oportunidad del bien" (Maestro Kan, ep. 46).

〰 Fuente: Herbie Pilato, "La sabiduría de Kung Fu", Ediciones Obelisco, Barcelona, 1999.

jueves, 21 de mayo de 2020

Sobre la visión profunda


En el conocido versículo de Corintios 2:14, el apóstol Pablo escribe: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente". Esta célebre cita paulina nos acerca la conocida distinción entre el llamado ser humano natural y el ser humano infundido espiritualmente. La diferencia es una cuestión de profundidad y de alcance en la percepción, y aunque el ser humano ordinario, o sin inspiración, es capaz de percibir cosas materiales o intelectuales, no tiene el poder para percibir cosas que van más allá de las limitaciones naturales propias de los ojos del cuerpo y de la mente. Como reza el aforismo, “las cosas espirituales se disciernen espiritualmente”. La persona espiritual lo sabe; pero aquella carente de visión profunda no sólo no lo sabe, sino que no puede saberlo. Es por eso que en la canción “Whitin You, Without You” (1967), George Harrison expresa que “(…) Cuando hayas visto más allá de ti mismo, entonces quizás encuentres la paz mental, te está esperando..." ("When you´ve seen beyond yourself, then you may find peace of mind is waiting there"). La sugerencia es clara: hay que aprender a mirar "más allá de uno mismo" (y del sentido común personal atado al ego) para empezar a desarrollar cierta percepción espiritual.

lunes, 4 de mayo de 2020

Creencia, Increencia, Existencia


Digamos, simbólicamente hablando, Dios hizo al ser humano a imagen y semejanza de él, por lo que, si el ser humano siendo Dios no cree en Dios, pues, precisamente, Dios no puede convencerlo de otra cosa, no puede hacerlo, porque no puede ir en contra de sí mismo ni de lo que decide pensar y hacer su reflejo.
-
Así que, hasta que el ser humano no se reconozca en su propia esencia y verdadera naturaleza, no será capaz de comprender el potencial que guarda dentro de sí para articular esta poderosa capacidad de libre albedrío, este poder interno inconmensurable en términos de su propia vida y su entorno el planeta tierra.
-
Aquí se acaba la discusión. Siglos discutiendo si Dios existe o no.
Y es tan simple, que resulta tragicómico y hasta ridículo que tanta gente adulta haya desperdiciado tanto tiempo y recursos en esta vana discusión.
Si no se cree en Dios, Dios no existirá para esa persona, por más que Dios quiera existir para ella.
Si se cree en Dios, pues, para esa persona Dios estará presente.
O sea, es una simple cuestión de creencia, nada más.
-
No es necesario sudar más que esto para que Dios exista o no.
Si creés en Dios, bueno, Dios existe, y si no creés en Dios, muy bien, Dios no existe, no hay que darle más vueltas al asunto, es así de sencillo.

Dios, la Existencia, Tao, ya está abierto a todas las posibilidades, ahora hace falta que cada quien se abra a lo inconmensurable presente frente a las propias narices. Así cómo te digo, éste sería el camino de retorno, de regreso al origen, de vuelta a la fuente.
Claro, a la larga todos volverán a ello, creyentes y no creyentes.
¿Quién puede salirse de la Existencia?
¿Quién puede decidir que Tao regule o no su vida?
Nadie puede hacerlo, nadie puede evitarlo, nadie puede ubicarse fuera de la Existencia, ni siquiera una piedra es capaz de hacerlo.
Hasta el último átomo, todo lo manifiesto, todos los seres dependemos de la existencia, estamos en ella, y no nos moveremos de ella vayamos a donde vayamos. Acá estamos y acá nos quedamos, y cuando volvamos al punto de partida, al origen, lo haremos sin habernos ido nunca de él. Es ésta la ironía, ésta es la paradoja.
-
Es muy básico lo que estoy comentando. Pero hay cosas que son muy elementales como ésta.
Quien quiera entender, que entienda. Nadie va a forzar a nadie para que comprenda lo que no tiene disposición a comprender.
-
No obstante, esto que comparto aquí desde una perspectiva mística, ya lo he dicho antes, también lo afirma de alguna manera, en otro contexto, la ciencia de la mecánica cuántica. Los físicos que estudian las partículas más elementales de la naturaleza comprenden este lenguaje, este poder, y saben perfectamente lo que sucede cuando interfiere la observación de quien busca medir el estado de las cosas en su mínima expresión.
-
¿Qué son las partículas atómicas?, ¿una onda, un corpúsculo o la expresión neutra de un latido psíquico atómico subyacente extendido por todo el cosmos?, o bien, ¿algo distinto combinado de estas tres propiedades?
No existe una respuesta absoluta para nada de lo que existe. Por eso, lo que sea que fuera... tu sola presencia incide y transforma la existencia.
El científico Gregg Braden lo explica muy bien en el contexto que él estudia y desarrolla; por mi parte, tan sólo soy un practicante de artes psicofísicas y bioenergéticas que entiende casi nada sobre este particular.
Lo que nos atañe específicamente en este curso, es la relatividad de todo.
Todo es relativo... ¡bien por Einstein!, aunque esta premisa forma parte del conocimiento hindú desde hace miles de años.
-
Digo, desde la perspectiva bioenergética y psíquica, al interactuar con las cargas energéticas y magnéticas se afecta al porcentaje de las polaridades que vibran en una escala mucho más infinitesimal que el átomo, lo que termina modificando la proyección futura del universo conocido, ya sea, a nivel cuántico, a nivel físico, psíquico y espiritual. Por eso, finalmente, todos los patrones son creados por la inteligencia existencial de la gran Mente, de la cual, la mente humana es un reflejo.
Sin tener en cuenta esta metafísica, sugiero leer la claridad del físico J. Fuentes Fernández que explica la teoría de la doble solución para el interrogante ¿ondas o partículas? expuesta en Revista Ciencias Nº 117.
-
La medicina que estudia la relación psicosomática de las enfermedades también comprende muy bien esta influencia creadora, tanto como el teólogo que lo mira desde otra perspectiva. Ambos llegan a la misma conclusión aunque estén en desacuerdo entre sí.
Según lo que la persona crea, eso le sucederá, eso creará.
Estamos creando constantemente nuestra realidad interna, y, lo más difícil de comprender es que también estamos creando nuestra realidad externa, modelando nuestro entorno a partir de nuestros pensamientos y sentimientos.
-
El biólogo Bruce Lipton, relata que en un ensayo clínico le suministraron a un grupo de pacientes oncológicos un placebo compuesto por agua y azúcar (o algo parecido) diciéndoles que se trataba del tratamiento de quimioterapia que debían recibir, por lo cual experimentaron la pérdida de cabello, nauseas y todos los síntomas de quienes reciben la verdadera terapia (éste es el efecto nocebo). Lo mismo sucede al revés, han dividido grupos de pacientes para darles a uno la medicina adecuada y al otro un mero placebo compuesto por una solución salina, y está comprobado que la cantidad de recuperaciones se verifica en ambos grupos en la misma proporción.
Esto revela un potencial extraordinario de la mente que se pone de manifiesto a través de la creencia.
Lo que creés... a la larga, eso será.
-
Así que, reitero, lo que vos creés... eso va a pasar.
Todo pasa por la creencia.
Jesús, lo ha dicho: “tu Fe te ha sanado”.
O bien: “pídele a esta montaña que se corra, y ella se correrá”.
-
Quien sabe utilizar este poder innato para su beneficio o para beneficio del prójimo, será bendecido por la física de la conciencia.

Alejandro Aon Nepote

+ reflexiones y sentimientos de Alejandro acá ---> https://www.facebook.com/alejandroaon.nepote


domingo, 19 de abril de 2020

Sobre Interioridad y Acción en el mundo


Vivir interiormente significa sumergirse en la profundidad de lo que vivimos y de lo que somos, para estar más receptivos y despiertos frente a lo que nos demandan las circunstancias de la vida. Este es un principio básico de la psicología de la interioridad: lo contrario a la interioridad no es la exterioridad, sino la superficialidad. En ese sentido, no se contrapone un “ir hacia adentro” que evite el giro complementario del “ir hacia afuera”, sino que se trata de desarrollar el máximo de disponibilidad y lucidez posibles que toda vida consciente supone. La interioridad no es una huida, sino una alternativa a la vida insustancial. Se trata de un modo contracultural de estar en el mundo, un posicionamiento existencial que abre las puertas a una exterioridad nueva; más creativa, más amable, más serena.

lunes, 23 de marzo de 2020

Sobre el sutil arte del Wu Wei


Una noción muy extendida en los estudios filosóficos chinos propone que el sabio taoísta actúa por la no acción (wu wei). En Occidente, este concepto fue muchas veces malinterpretado, asimilando la idea de wu wei a la de un pasivismo quietista. En realidad, esta no acción tiene que entenderse como acción en favor de lo natural o como acción que no interfiere en el curso de la naturaleza. Algo que responde bien a la idea de “lógica negativa” que proponía Mircea Eliade, la cual tiene la ventaja de trascender las nociones contradictorias, la lógica aristotélica, la afirmación y la negación, inculcando el principio de un tercero misterioso. El taoísta colabora “negativamente” sin hacer; “no haciendo”, hace. Y de este modo, preserva el orden sugerido por el Tao. Su negación se vuelve así afirmativa.

martes, 17 de marzo de 2020

Lo masculino y lo femenino; lo blando y lo duro


"En vez de ser una forma de vigor, la rigidez y aspereza masculinas que adoptamos son sólo una parálisis emocional. Se asumen no porque controlemos nuestros sentimientos, sino porque los tenemos, junto con todo lo que hay en nuestra naturaleza de simbólicamente femenino y de entrega. Pero un hombre que está paralizado emocionalmente no puede ser macho, es decir, no puede ser macho en relación con la hembra, pues si va a relacionarse con una mujer debe de haber algo de mujer en su naturaleza".

Alan Watts
"Naturaleza, hombre y mujer" (1958). Editorial Kairós, páginas 117-118.

☯️☯️☯️☯️☯️☯️☯️

En el mes de Mayo la Red de Estudios Religare abre un nuevo espacio: Tres sesiones con Alan Watts. Los esperamos 👋

viernes, 14 de febrero de 2020

Sobre el pensar poético de Lao Tsé, según Heidegger


"La palabra «camino» es probablemente una palabra inaugural del habla: palabra que habla y se dirige al hombre meditativo. La palabra rectora en el pensamiento poético de Lao Tsé se llama Tao y, «en propiedad», significa camino. Pero al representarnos el camino fácilmente de modo superficial como el recorrido que une dos lugares, en la precipitación se ha considerado inadecuada nuestra palabra «camino» para nombrar lo que dice Tao. Por ello se traduce Tao por razón, espíritu, raison, sentido, logos. Con todo, el Tao podría ser el camino que lo en-camina todo: aquello a partir de lo que sólo estamos en condiciones de pensar lo que quisieran decir desde su propia esencia razón, espíritu, sentido, logos. Tal vez se oculte en la palabra «camino». Tao, el secreto de todos los secretos del Decir pensante, si dejamos que estos nombres regresen a lo que dejan en lo no dicho y si somos capaces de este «dejar». (...) Todo es camino"

De camino al habla. Conferencia: “La esencia del habla” (pág. 177). Versión castellana de Yves Zimmermann, colección "Odos", Barcelona, 1987.


✏️ Este sábado comenzamos el laboratorio de estudios y exploraciones "Hacia el corazón del Tao". Un viaje mensual por la filosofía y la psicología taoístas con la guía del Tao Te Ching, y la novela iniciática "The Old Fellow" (1943). Espacio de encuentro reflexivo, teórico/práctico. Están todos invitados. 💥☯️ +info: https://bit.ly/2SAnb5f

martes, 11 de febrero de 2020

Próximo sábado 15/2: Apertura - "Hacia el corazón del Tao"


☯️ Este sábado nos damos cita con el "viejo maestro" Lao Tsé (老子) , en la apertura del laboratorio de estudios y exploraciones "Hacia el corazón del Tao". Un viaje mensual por la filosofía y la psicología taoístas con la guía del Tao Te Ching, y la novela iniciática "The Old Fellow" (1943). Espacio de encuentro reflexivo, teórico/práctico. Espíritus resonantes, están todos invitados 💥 

+info: https://bit.ly/2SAnb5f


👉 Frecuencia: Mensual




⚠ Comenzamos el Sábado 15 de Febrero (2020)


👉 Contribución: $350 (x reunión)


⏰ Horario: 11 a 13hs


📌 Lugar de encuentro: Sede Red de Estudios Religare (a 4 cuadras del Parque Centenario, Almagro, Capital Federal).- (Sólo con inscripción previa)


¿Te interesa participar?


📩Consultas&Inscripciones: jmobarrigon@gmail.com


✅Whatsapp: 1164891310