martes, 25 de agosto de 2020

Alejandro "Aon" Nepote: verdad, educación y consciencia

La tierra es un mosaico de dioses y creencias, de clérigos y profetas, de libros y textos sacros que hablan de impiedad, fe y pecado, son sólo los pretextos que los hombres invocan para luchar como fieras.” - Omar Khayyam-

Por lo tanto, lo que hay que dejar de hacer es luchar como fieras y, dejar de encabritarse con aquello que cada persona cree y en lo que pone su sentimiento. La crítica maliciosa para desprestigiar a quienes piensan diferente, todavía sigue siendo un síntoma de mentalidades vetustas.
Es un error considerar que el problema está en las creencias, puesto que el mayor inconveniente sigue siendo lo que se hace con ellas.
Mientras la persona se centralice en el objeto de su fe sin perjudicar a nadie, sin transgredir el espacio del prójimo, respetando a sus congéneres, y si lo que hace, lo hace con devoción y responsabilidad amorosa, está en todo su derecho de hacer lo que quiera, y no tengo duda que Dios estará con esa persona y en eso que hace de esa manera.

Es algo aberrante juzgar y condenar a una persona por pensar y sentir distinto. Eso pertenece a una etapa sombría de la humanidad que aun reverbera reminiscencias en los tiempos presentes. Por eso, las personas que sienten que están en el camino, requieren suma atención para detectar y depurar esta reacción vegetativa que aflora del subconsciente de la mentalidad más primitiva.

Toda persona, sin excepción, tiene su propia verdad relativa dentro de los márgenes de la ignorancia, siendo uno de los márgenes el que está marcado por el apego inconsciente a los espejismos de la ilusoriedad, mientras que, el otro margen, está determinado por la conciencia de la relatividad intrínseca e inexorable que facilita el desapego. Entre medio de estos dos extremos de verdades relativas, se expresa una gama de matices que van desde la fe ciega puesta en realidades hipotéticas, hasta la certeza y convicción sobre realidades empíricas, siempre dentro del contexto de lo relativo.

Todos los seres humanos estamos sujetos al extenso parámetro de la ignorancia. El genio de Sócrates no se equivocó en su percepción de no saber nada.
No obstante, dentro de este parámetro de verdades relativas, es necesario desarrollar una educación desde lo estatal y a nivel mundial con vista a sembrar las semillas de la nueva humanidad en cada seno familiar, que haga hincapié en la solidaridad, la cooperación y el servicio al prójimo.
Hay materias de estudio que en la educación regular todavía no tienen cátedra. Me refiero a cursos basados en la sabiduría ancestral que los pueblos originarios transmitieron por generaciones desde la propia infancia.
Para ir gestando la nueva humanidad habría que pensar en una educación que incluya, por ejemplo, ética humanista y relación ecológica con el entorno, cocina y alimentación saludable, desarrollo bioenergético y expansión de la conciencia, entre muchas otras materias fundamentales para la vida. Habría que mejorar la enseñanza primaria y preparar a los niños para una visión de economía participativa y ganancias compartidas, consumo inteligente para el desarrollo sustentable, amor a la naturaleza y a los animales, y espiritualidad universal basada en el sincretismo. Indispensable para cambiar la mentalidad que rige en la actualidad, la cual está llevando a la humanidad hacia las fauces del abismo.

La educación no es un mero asunto de adiestrar la mente. La instrucción contribuye a la eficiencia, pero no produce integración. Una mente educada de esta manera es la continuación del pasado, y no está en condiciones de descubrir lo nuevo. Es por eso que para averiguar en qué consiste la verdadera educación, tenemos que examinar la total significación de la vida.” -Krishnamurti-

Sí, así es, todas las personas tenemos nuestra propia verdad relativa. Y hay que considerar que, las palabras “verdad” y “relativa”, conforman una combinación armónica preciosa entre dos conceptos que aportan grandes beneficios a la claridad mental y a la conciencia, sobre todo a la persona misma, ya que, el hecho de asumirlas, la vuelve más humilde.
Reconocer y aceptar que todo pensamiento es: “relativo”, impulsa a buscar otro pensamiento distinto para dar con una idea diferente, tal vez mejor. Por esta razón es tan beneficiosa la asimilación de que todo pensamiento es relativo.
Por otro lado, reconocer y aceptar que todo pensamiento es: “verdad”, implica un grado enorme de responsabilidad, en cuanto a tres aspectos a tener en cuenta: no olvidar que se trata de una verdad relativa; no confundirse y creer que se trata de una verdad absoluta; y, no enorgullecerse o ufanarse por las articulaciones precisas que se han concebido para expresar tales verdades.
Este tercer aspecto es fundamental, porque, ningún pensamiento elevado proviene del ego. La mentalidad de toda personalidad no es dueña de ninguna idea brillante, ya que los pensamientos profundos no los genera la propia mente. Estos son regalos de Tao, y a él hay que agradecer la inspiración.

No digas, «he encontrado la verdad», sino, antes bien, «he encontrado una verdad».” -Khalil Gibran-

querido maestro y caminante taoísta, instructor de Tai Chi, Chi Kung, y Neidan, entre otras disciplinas y artes de Oriente. Desde 1979 coordina un proyecto destinado al cultivo del Ser, que nació con el "Programa Integral del Centro del Tao", y se extiende hasta la fecha, con la "Delineación del Tercer Estado". El presente escrito es un fragmento de su curso "Vivir la Existencia".


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