miércoles, 28 de diciembre de 2016

martes, 20 de diciembre de 2016

Reeducándonos para ser como el agua


Recuerda
el fluir del agua:

Vive sin rebosar,
fluye

Vive cerca de la tierra,
fluye

Vive en caída libre,
fluye

Vive con la corriente,
fluye

Timothy Leary
"Devocionario psicodélico"

domingo, 11 de diciembre de 2016

Taoísmo y terapia Gestalt (por Charles Gagarin)


Taoísmo y Terapia Gestalt, por Charles Gagarin

La psicoterapia, a pesar de ser una nueva ciencia en Occidente, ha sido, por siglos, una parte esencial de varias doctrinas Orientales. Los taoístas siempre han reconocido que lo individual debe ser integrado. Las fuerzas conflictivas deben ser guiadas hacia el equilibrio y la armonía. El otras palabras debe ser centrada. Para los taoístas, apuntar al desarrollo espiritual sin el concomitante centrarse en lo individual, sería como construir las llantas de un automóvil y olvidar el armazón.

Cuando Fritz Perls y otros desarrollaron la Terapia Gestalt, otorgaron una forma de terapia que parte las directivas y la inmediación del Taoísmo.

Los tornillos y tuercas de la gestalt se adecuan hábilmente en el sistema filosófico del Taoísmo, y las dos forman un trabajo efectivo de combinación. El Taoísmo Gestalt posee un excelente camino no sólo en el centrarse sino también en el crecimiento espiritual.

¿Qué es el Taoísmo?

El Taoísmo, con raíces que van desde los inicios de la cultura China, está basada en el Tao, la primera causa y la esencia fundamental de todo. El Tao es invisible aún a pesar de que está manifiesto en el mundo; sin forma, permea todas las formas. Es como un gran río cósmico que fluye a través del yin y el Yang, del positivo y el negativo, del femenino y el masculino. Es la madre de todas las cosas.

El Sabio: Con este constructo, los autores taoístas, Lao-tse y Chuang-Tsé describen al hombre perfecto como el sabio (o santo) que aprende a fluir con el Tao. Él es un libre de ego y es uno con el mundo. Con su paz total y armonía no empuja, pero deja que la ola cósmica cargue con él. Él es como un hombre que viaja río abajo en balsa. Él no hace ningún esfuerzo, aún así viaja lejos. El sabio taoísta practica el esfuerzo sin fuerza, y el llevar a cabo con la no-acción. Como el hombre que hace un pasatiempo y después crece hasta ser un trabajo de tiempo completo, él hace su gusto y recibe pago por ello.

Ser centrado: El sabio no tiene deseos ni un ego demandante. Las cosas se vuelven sencillas para él. Siendo despreocupado y satisfecho, no sufre pérdidas siendo centrado y consciente, él está en el ahora.

“El sabio sabe sin viajar,
comprende sin mirar,
lleva a cabo sin actuar.”

(Lao-Tse, Trad. Susana Cano, Cap. 47)

El sabio taoísta ha sido llamado “Gente de Nube de Agua” porque flota como nube y fluye como el agua. Chuang-Tsé decía de ellos,

El verdadero hombre del viejo sueño sin soñar ni despertar sin ansiedad. Su comida fue simple, y su respiración profunda. Libre de cuidado él fue. Sin cuidado él vino. Eso fue todo. Él no olvidó su comienzo y no buscó su fin. Él aceptó lo que le fue dado con deleite, y cuando se fue, no se preocupó.
(Chuang-Tse)

El sabio enseña con el ejemplo. Su regalo para el mundo es el Tao, y la paz que brinda por estar en él. Chuang-Tsé y Lao-Tse dieron varias instrucciones de un estilo de vida, y ambos reconocieron el cambio fundamental como lo interno y un suceso de consciencia. Aunque el taoísta pueda actuar paradójicamente, él todavía queda con el fluir. Así sea un rey, un ermitaño, o un cocinero, él trabaja en prefecto ritmo y armonía.

Terreno Común

Taoísmo y Gestalt tienen mucho en común. Ambos apuntan al equilibrio de las fuerzas entre la individuación, el punto cero o el centro. Ambos reconocen que con este centrar hay una perspectiva mejorada y un darse cuenta incrementado. Ambos creen en el deseo del organismo, como oposición a la inteligencia racional. Ambos creen en estar en el “Aquí y Ahora”.

Crecimiento: Una buena Gestalt ayuda al paciente a remover los bloqueos que lo mantienen en sus dos pies. Fritz Perls veía a la persona madura como quien no necesita manipular a otros por apoyo. Perls fue muy ingenioso al decir, “La terapia Gestalt es aprender a  limpiarte tu propio trasero”. Así mismo, el taoísta no necesita manipular a los demás. se mantiene independiente y solo.

Darse Cuenta: Entendiendo que lo que está ocurriendo actualmente es esencial en terapia Gestalt. El Terapeuta debe ser centrado, y tener su inactividad interior disminuida, así puede estar más consciente de otros. Como trabaja con un paciente, lo ayuda a ser consciente de los bloqueos y fuerzas en el trabajo con él. Una vez que el darse cuenta es llevado a cabo, el paciente puede empezar a completar el trabajo sin cerrar, su “gestalt”. Darse cuenta, después acción, luego restauración del equilibrio. Como el Taoísmo, un gran darse cuenta en Gestalt ayuda a la persona a ser centrada y crecer en armonía con su medio ambiente.

Llevar a cabo con la no-acción: El maestro terapeuta gestalt deja que el paciente haga el trabajo. Él observa, y brinda “darse cuenta” al paciente. Entonces, a través de la técnica de la “silla vacía”, el paciente se ayuda al actuar los diferentes aspectos de su conflicto. Fritz Perls a menudo se rehusaba a contestar preguntas. “¿Puedo sentarme?”, cambiaba el peso de la responsabilidad al que preguntaba. Si Perls buscaba animar a un paciente o decir que estaba aburrido, él fingía quedarse dormido (y a veces lo hacía realmente). Ésta es la acción taoísta con la no-acción en el verdadero sentido.

Fritz Perls

Mientras que el Taoísmo y la Gestalt apuntan al centrarse en lo individual y uniendo las fuerzas para una armonía equilibrada, el Taoísmo va un paso más adelante. Para los taoístas, centrarse y el “darse cuenta” son esenciales, pero más allá de eso llega el estado espiritual de iluminación -la unión con todas las cosas en las cuales el hombre fluye con el Tao.

Gestalt Taoísta

El concepto de la Gestalt Taoísta no es un concepto de biblioteca. Ha sido practicado por varios años por Gia-Fu-Feng en el Stillpoint Foundation, un centro de meditación taoísta en las montañas. Gia-Fu estuvo en la creación de Esalen, cansado de caminar muchas millas, meditar y conducir mesas de trabajo por años. Aquí tuvo que conocer a Fritz Perls y su técnica. Después que fundó Stillpoint, el Taoísmo y la Terapia Gestalt se fundieron en un matiz diferente y se sintió a través de las actividades diarias.

Aunque Stillpoint, como un organismo viviente, está siempre cambiando, la siguiente descripción está basada en la experiencia del autor en 1971.

Meditación y Canto: El horario de Stillpoint está acomodado alrededor de la salida y la puesta del sol. Una hora antes de la salida del sol, los “Stillpointers”, cuyo número va de quince a treinta personas, van a meditar juntos. Desde que la quietud de la mente y el centrarse son factores importantes en el desarrollo humano integral, la meditación fue una herramienta útil para tal fin. A la salida del sol, el grupo comenzaba a contar “Om”. Esto variaba en el modo y textura de acuerdo al día. A veces era suave y pacífico; otras veces era ruidoso y catártico. después de la meditación y el canto el grupo generalmente sentía mucha calma y unión.

La Reunión Diaria: Después del desayuno, el gong sonaba para la reunión matinal. La reunión trataba primero con cualquier asunto diario o anuncios para la comunidad, ellos lo desarrollaron en el encuentro taoísta el cual será discutido después. La reunión era el enfoque del día.

Tai Chi: Después de la reunión, había muchas horas de tiempo libre. Gia-Fu, quien caminaba diez millas diarias, animaba a otros a hacer los mismo, y la caminata-meditación resultaba. A la puesta del sol el grupo se reunía en una colina de cara al oeste y seguían a Gia-Fu en el Tai-Chi-Chuan -una forma de meditación por movimientos de origen chino en la cual uno se vuelve más consciente de su cuerpo y su “chi”, la energía vital que circula a través de él.

Después del Tai-Chi los Stillpointers pueden comer, tomar saunas o baños, charlar o retirarse a eso de las nueve.

Largos Periodos: Aunque ahí siempre había visitantes por un corto tiempo, algunos Stillpointers se quedaban por meses, algunos por años. Diferente a la mayoría de las mesas de trabajo, las sesiones diarias de encuentro envolvían a una comunidad de gente quienes vivieron, meditaron, comieron y trabajaron juntos. Hubo ahí un modo fácil de ir sin el miedo a lo desconocido o la sensación de urgencia que a menudo existe en los grupos de corto tiempo. Ninguno se sintió forzado a trabajar sus problemas en un día. El ritmo fue lento y la interacción fluida.

Terapia de Chop Suey: Las reuniones matinales variaban de acuerdo al modo del día, algunas veces quieto y pacífico, otras fuerte y violento, pero la presencia del líder, Gia-Fu-Feng, siempre fue percibida. Él creía en la terapia del “Chop Suey”: Usando todos los métodos disponibles, incluidos baños y caminatas. Él usaba la imaginación, sueños, vibraciones físicas, drama o fantasías para expresar el Tao, para dejar el Tao en otras personas. A menudo “la silla vacía” era usada para enfocarse en una persona en particular, pero el grupo estaba envuelto, como lo propuso Gia-Fu: “Así el Tao se hace manifiesto -un despertar grupal”.

Liberación: El Taoísmo moderno observa tres fases de la vida: Primero, la naturaleza original del niño; Segundo, los estratos sociales impresos sobre lo individual; y finalmente, cuando es posible, la liberación. Con la liberación, lo individual vuelve a la naturaleza original del niño, pero viene con él una consciencia acrecentada. El gestáltico taoísta encuentra intentos para ayudar a que lo individual se transforme en centrarse así él puede hacer más fácil obtener libertad.

La liberación acarrea que el ego se libere -el estado de “no-yo” o Wu Wo” en chino. Para llevar a cabo esto, uno pasa por un periodo de humildad -“pequeño yo” o “Hsiao Wo”, y en terapia ostensiva “Gran yo” o “Ta Wo”. A menudo, en Stillpoint, la terapia ostensiva era empleada. Alguien podía jactarse a su alrededor diciendo: “¡Soy el más grandioso!” Sin culpa.

Desvariar: El maestro terapeuta une su ego con el grupo, y su trabajo se vuelve esfuerzo sin fuerza. Deja que la gente se acerque a él. No obliga a nada. Cuando el grupo comienza a hablar, observa y da retroalimentación. El terapeuta taoísta promueve el “delirio” como un “delirio del idiota”. Desvariar es callar el pensamiento sin dejar de imaginar y, en consecuencia, sin bloqueos. Desvariar permite que la esencia natural de la persona llegue a él.

Rabia: Así como es importante el desvarío, también lo es el soltar la rabia o el resentimiento (sacando la mierda) similar a la Terapia del Grito Fundamental de Janov, aunque no necesariamente tan intenso. Una vez que la rabia es soltada, la persona realmente puede empezar a funcionar y a vivir. “Sacar la mierda” es especialmente importante en una comunidad donde treinta gentes viven en cuartos relativamente cercanos. La tensión se erige como la electricidad en el aire antes de una tormenta. Sólo cuando el rayo y el trueno pasa la paz puede ser restaurada. Haciendo la rabia socialmente aceptable, las explosiones causadas por la fricción interpersonal se vuelve pequeño e inofensivo antes grande y dañino.

Los Stillpointers a menudo dejan ir su fuerza en el ambiente controlado de la reunión cuando normalmente lo llevan directo al grupo de terapia enfocado en uno de los dos implicados. Varias veces la rabia se almacena de un problema provocado por algunos eventos externos pequeños. La ayuda del grupo determina si la causa es externa o interna. Por ejemplo, Sue ventila su irritación en la reunión sobre algo que Joe ha hecho. Los miembros del grupo, quienes han vivido con Sue y Joe, les comunican su parecer. Algunas veces otros miembros agregan, “Sí, Joe, eso también me molesta”. La atención se centra en Joe. Si en el otro aspecto nadie está molesto por los actos de Joe, la atención usualmente se vuelve a Sue quien puede proyectar su problema en Joe.

Esta interacción del grupo facilita el destape del problema en el cual pueden entonces comenzar a trabajar con Gestalt u otros métodos.

Maestro Terapeuta: El maestro terapeuta trata de alcanzar la esencia natural de paciente -la “mismidad. A través de la meditación, caminatas, y las sesiones de encuentro, la persona comienza a tener una mejor idea de su ser verdadero. También, el terapeuta, quien debe ser despreocupado y centrado de sí mismo, ayuda a otros a volverse conscientes de la inteligencia cósmica y de la sabiduría orgánica (tal como los poderes del cuerpo lo regulan). Él evita el énfasis de la inteligencia humana. Meditación es una gran ayuda para tal “darse cuenta”.


El terapeuta toma su propia terapia por la terapia del dar. El hace lo que siente correcto en ese momento. No hay reglas, sólo sigue el flujo. Deja que cualquier cosa (pequeño en violencia) suceda. Si la reunión se va al diablo, así sea. No hay tal cosa como una reunión fracasada, ningún modelo en cada reunión tiene que encajar en él.

El terapeuta tiene paz interior, así puede percibir a los otros sin distorsión: él es uno con el paciente, y aún cuando se enoje, hay amor. Así como el Zen, él puede sacar de su confusión a un estudiante por enojarse con él, o por echarlo de la reunión. Gia-Fu fue de los que rechazó esta cura, podría tomar mucho tiempo. “Bah” replicaba “¿toma tiempo la iluminación?

El taoísta deja que la persona entre al sentir. Si la persona está deprimida, de ja que se sienta realmente deprimida, lo deja llorar y gemir. Sólo cuando se vuelve uno con el sentir la sensación se irá.

Puede usar el “humor-sanador”. La mayoría de la gente tiene “botones” -zonas emocionalmente dolorosas que le hacen reaccionar rápidamente. El terapeuta puede “presionar” ese botón, constantemente hasta que la situación se vuelve humorística y el botón desaparece. Por insistencia, si una persona odia tener las manos de otro sobre sus hombros, el terapeuta hará esto varias veces hasta que la situación se vuelva visible, y no exista más botón que presionar.

En conclusión, taoísmo y gestalt se unen para formar una versátil y efectiva forma de terapia. El terapeuta en la Gestalt Taoísta está limitado por su imaginación. Las técnicas de Gestalt se adecuan bien el sistema del Taoísmo, y éste pensamiento así mismo agrega una base filosófica sólida a la Gestalt. La gestalt Taoísta es dinámica y flexible, y muy importante, funciona.

Traducción: Jesús Reyes y Reyes

Referencias:
· Tao-Te-Ching, Lao Tse, Trad. Susana Cano M. 1999.
· The Growing Edge of Gestalt Therapy, cap. 15, Taoism and Gestalt Therapy, Charles Gagarin.
Julio de 2001

miércoles, 7 de diciembre de 2016

"Segundo paseo al Acantilado Rojo", de Su Che (cuento)

"Acantilado rojo", de Jesús Aníbal Madrigal Trujillo

"Segundo paseo al Acantilado rojo"

El día quince del décimo mes salí a pie de mi casa para encaminarme al pabellón Lin-kao. Me acompañaban dos amigos. El rocío se había convertido ya en escarcha y los árboles estaban desnudos. Se percibía en el suelo la sombra de los hombres y, alzando la cabeza, se veía la luna brillante. Mirábamos a nuestro alrededor gozando del paisaje, mientrasavanzábamos cantando y llamándonos unos a otros.

Por fin dije con un suspiro:


-Tengo amigos que me acompañan, mas no tenemos vino. Y aun cuando lo tuviésemos, carecemos de viandas para acompañarlo. La luna es blanca, la brisa es suave. ¿Qué haremos en una noche tan bella?

Uno de mis amigos dijo:

-Hoy, al atardecer, levanté la red y cogí peces de grandes bocas y finas escamas. Parecen percas. ¿Mas dónde hallaremos vino?

Volvimos a la casa para consultar a mi esposa, quien dijo:

-Tengo un celemín de vino que hace mucho tiempo puse aparte, por si me lo pedías de improviso.

Entonces llevamos el vino y los peces, y fuimos a pasearnos nuevamente bajo el acantilado rojo.

El río se deslizaba tumultuoso; sus orillas escarpadas ascendían a mil pies de altura. Las montañas eran altas y la luna parecía muy pequeña; el río había bajado, asomaban las rocas de su lecho. Pero, ¿cuántos días y meses habían transcurrido desde que visité por última vez el río y las montañas?

Recogiéndome la túnica, comencé a trepar la rocosa orilla. Avancé sobre abruptos peñascos, apartando a mi paso los matorrales; me senté sobre piedras con forma de tigres; atravesé montecillos de plantas semejantes a dragones con cuernos. Encaramándome, intenté alcanzar las inestables guaridas de los buitres, posados para pasar la noche; descendiendo, traté de vislumbrar el palacio solitario del dios de las aguas.

Mis dos amigos no pudieron seguirme. Entonces lancé un grito prolongado y penetrante. Las hierbas y los árboles se conmovieron y temblaron; resonó la montaña y el valle devolvió el eco. Levantóse el viento, haciendo ondular el agua. Me asaltó la inquietud, me sentí triste y temeroso. Me estremecí, no atreviéndome a permanecer en la orilla.

Volví sobre mis pasos, subí a nuestra barca y la dejé seguir el centro de la corriente, para que se detuviese donde ella quisiera.

Era casi medianoche. Todo estaba silencioso y calmo. Una grulla solitaria, que venía del este, rayó el cielo sobrevolando el río. Sus alas eran anchas como las ruedas de un carro. Blanca por arriba, negra por debajo, lanzaba largos gritos discordantes. Pasó sobre la barca, casi rozándola, y se dirigió al oeste.

Poco más tarde se marcharon mis amigos, y en seguida me quedé dormido. Soñé que un monje taoísta, vestido con una ondulante túnica de plumas, pasaba bajo el pabellón. Me saludó y me dijo:

-¿Ha sido agradable tu paseo al Acantilado Rojo?

Le pregunté cómo se llamaba. Tornó a saludarme, sin responder.

-¡Ah! -exclamé-. ¡Ahora te reconozco! ¿No eres tú quien sobrevoló anoche mi barca?

El monje me miró riendo. Tuve miedo y me desperté. Al abrir la puerta miré hacia afuera, pero ya el paisaje era otro.

Su Che

Extraído de: "Antología del cuento extraño" (segundo volúmen), varios autores. 
Su Che, literato chino de la dinastía Song (siglo XI) , pertenece a los llamados "ocho grandes autores" de la época clásica. Como la mayoría de los letrados de su tiempo, prestó servicios en la administración del imperio, pero sin complicarse demasiado en las intrigas políticas. Espíritu despreocupado y contemplativo, lo mejor de su obra está en su poesía y sus descripciones de la naturaleza. También cultivó la pintura.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Poesía sin nombre


Aferrarse al troquelado simbólico
innombrable, intangible, intemporal
donde se enciende la membrana de loto
y se disuelven las paradojas vivientes.

Celebrar la victoria, que viste un tejido asombrado
que florece.

Regresar al origen es señal de reposo
su aurora, incesante, se revela
en el fondo del suave misterio,
y se eriza implacable por
el mandala eléctrico y sutil.

Poesía: Vagabundo del Tao (Juan Manuel Otero Barrigón)