domingo, 19 de abril de 2020

Sobre Interioridad y Acción en el mundo


Vivir interiormente significa sumergirse en la profundidad de lo que vivimos y de lo que somos, para estar más receptivos y despiertos frente a lo que nos demandan las circunstancias de la vida. Este es un principio básico de la psicología de la interioridad: lo contrario a la interioridad no es la exterioridad, sino la superficialidad. En ese sentido, no se contrapone un “ir hacia adentro” que evite el giro complementario del “ir hacia afuera”, sino que se trata de desarrollar el máximo de disponibilidad y lucidez posibles que toda vida consciente supone. La interioridad no es una huida, sino una alternativa a la vida insustancial. Se trata de un modo contracultural de estar en el mundo, un posicionamiento existencial que abre las puertas a una exterioridad nueva; más creativa, más amable, más serena.