sábado, 16 de febrero de 2019

Salvador y Rufino (#4)


Lo inquietaba la necesidad de hacer que las cosas a su alrededor cambiaran, convencido, como estaba, de la fortaleza de sus propias verdades. Le molestaba percibir tanta frivolidad en el obrar de los demás, lo que Rufino atribuía a una mezcla de ombliguismo desinteresado, y falta de compromiso vital con el mundo. Salvador, que apoyaba en buena medida el diagnóstico de su querido amigo, discrepaba, sin embargo, con la medicina: "El único modo de que cambiemos a los que nos rodean, es lograr que nuestro cambio irradie. Una persona en paz consigo misma no necesita hablar de la alegría, porque la expresará naturalmente en todo lo que emprenda. Un ser humano con verdadera fe en sus ideas, va a predicar sin abrir los labios, simplemente viviendo". 

"Salvador y Rufino" Una creación de: Vagabundo del Tao (Juan Manuel Otero Barrigón)

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