miércoles, 8 de febrero de 2017

Trampa

Deng Ming Dao

La edad es disimulada con cosméticos,
Las canas escondidas con tintura,
La confianza buscada en los hombres,
La conciencia diferida para el futuro.
Ella trabaja duro en su empleo,
Soportando tensión y fatiga,
Subsistiendo con tranquilizantes,
Depositando vanas esperanzas en sus hijos.

Mucha gente se permite quedar atrapada en una vida miserable. Cuando vemos eso, podríamos pensar "Qué trágico" pero en realidad, se lo hicieron ellos mismos. Todos deberíamos saber cómo andan nuestras vidas, para lo que sólo necesitamos seguirle la pista a las decisiones que enfrentamos cada día.

Hay gente que piensa que no importa lo que hagan. O se encogen de hombros pensando que son víctimas de las circunstancias. Eso no justifica una vida infeliz. Enfermedad, estrés, divorcio, hijos desadaptados, y miedo a la muerte los atrapan.

Quienes siguen el Tao no quieren terminar así. Quieren ser libres. No quieren ser víctimas. Por lo tanto, aunque sea un camino difícil, constantemente buscan expandir los parámetros de sus vidas. No toleran ser explotados o esclavizados, y se abstendrán de lo que es considerado "normal" a fin de ser felices.

(Extraído del libro "365 Meditaciones Tao", de Deng Ming Dao)

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