lunes, 12 de septiembre de 2016

Inmortales(5): Li T´ieh kuai


Li T´ieh kuai, llamado "Li, el de la muleta de hierro", aprendió el Tao del propio Lao Tsé. Antes de morir, Li dijo a su servidor que podía regresar al cielo y que no quemara su cadáver sino pasados siete días. El servidor esperó seis días y supo entonces que su madre estaba muriendo. Se imaginó que Li no volvería despúes de tanto tiempo, así que quemó el cadáver y fue a ver a su madre.

Cuando el alma de Li T´ieh kuai volvió más tarde, se encontró con que su cuerpo no era más que un montón de cenizas. El único cuerpo disponible era el de un mendigo, sucio y lisiado, que había muerto de hambre. Li T´ieh kuai quería cambiar el cuerpo por uno mejor pero Lao Tsé sugirió que se quedara con el del mendigo, y le concedió algunos dones útiles: una cinta de oro, una muleta de hierro y una calabaza que podía devolver la vida. Li T´ieh kuai fue a casa de su servidor, lo encontró llorando sobre el cuerpo de su madre, y le devolvió a ésta la vida con la calabaza. En su condición de inmortal representaba a los enfermos; los boticarios ponían su imagen en sus avisos.

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