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Libre de artificios, conectado con lo profundo de la vida, sintiéndose un outsider dentro de una comunidad a la que tantas veces percibía anquilosada en formalismos estériles. Así se fue el budista zen Nyogen Senzaki en 1958, dejándoles estas últimas palabras a sus discípulos. Creativo e Inspirado en la tradición Rinzai, creó un koan en homenaje al místico cristiano Meister Eckhart: "El ojo con el que veo a Dios es el mismo ojo con el que Dios me ve. ¡Muéstrame ese ojo!".
La captura de pantalla es del riquísimo libro "Nubes locas: rebeldes del zen", de Besserman & Steger.
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